Inti-MAR
El ajetreo de los pelícanos mientras se asean en el agua es el despertador natural en la madrugada que surge con los primeros rayos de sol desde el horizonte al otro lado de la bahía de PARACAS….Otra bandada de estas majestuosas aves marinas, luego de rasante vuelo, tientan con las extremidades extendidas su aterrizaje en el islote de roca enfrente del acantilado, en cuya base se encuentra una pequeña y exclusiva playa y una posada mirando al mar.
Es el nacimiento de una nueva mañana en la que los habitantes de esta pequeña caleta se aprestan a iniciar el día para atender diferentes labores. En un lado, directamente frente a la playa desde la ventana de su habitación, el Capitán le comenta a su esposa al tiempo que con los dedos abre ligeramente la persiana: hoy amaneció soleado… será un día lindo aunque es posible que el viento arrecie en la tarde ..!!! Su esposa le responde OK…qué bueno!! Déjame ahora rezar un poco; ya puse el agua a calentar y mientras estabas todavía dormido, dejé lista la mesa para el desayuno.
El Capitán abre su puerta y respira profundo el fresco aire libre de la mañana y se dirige al chiringuito que también usa como propio recinto de comidas, y luego de unos minutos sale con una tasa que desprende aún el vapor caliente del agua y un intenso y agradable aroma de café. Mientras otea la mar accesible de la bahía, se asegura también en primer plano que las embarcaciones se encuentren tal como se dejaron la tarde anterior.
En otra área del creciente campamento, el Capataz, Moro, recio y agudo venezolano, se despereza y abre luego la única puerta que lo comunica con la bella expresión de naturaleza exterior. Un mar de tono gris azulado y un cielo celeste claro… Observa en el cielo una bandada de gaviotas de pico rojo, habitantes propios de todos los mares que aquí compiten bulliciosamente por un cangrejo varado.
A lo lejos se divisa un bote con tripulantes e indumentaria anaranjada y redes a babor …son pescadores que se hacen a la mar en busca del sustento diario y saludan a la distancia pues reconocen el lugar y a sus residentes.
